En un mundo cada vez más digital, nuestra meta en República Dominicana debe ser mucho más que solo dar acceso a la tecnología. Es hora de aprovecharla para impulsar la productividad y el desarrollo económico.
Tener un dispositivo en casa no basta; necesitamos enseñar a nuestras comunidades a usar la tecnología para innovar, emprender y competir globalmente.
Las estadísticas son claras: menos del 15% de nuestras mipymes usan herramientas digitales avanzadas.
Esto es una oportunidad perdida. Por eso, debemos fortalecer la educación tecnológica y promover un aprendizaje continuo para transformar ideas en negocios.
La inclusión digital es solo el inicio. Ahora, avancemos hacia una verdadera productividad digital, que haga de la tecnología una vía para el desarrollo.
Como siempre digo: “Una idea te puede cambiar la vida”.